¿CÓMO TE SIENTES EN ESTE MOMENTO? PARA, RESPIRA, PIENSA Y DECIDE
No se puede estar positivo ni ser feliz todo el tiempo. Así que para y escúchate.
¿Cómo te sientes realmente en este momento? Porque lo normal es vivir todo tipo de emociones, de ilusiones, de dudas y seguridad, de decepciones y sorpresas, momentos de esperanza y miedos, de tristeza y alegrías…
Tener todos esos sentimientos no te hace ser más vulnerable ni negativo, simplemente es la prueba de que eres real, humano y ¡vives!
Esta semana he entrevistado a Javier Iriondo en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser y he sentido de nuevo la necesidad de parar por un momento. Reflexionar sobre cómo está mi vida, qué siento, si hay algo que me quita la sonrisa o si estoy haciendo lo que me apasiona y me acerca a mis sueños. Y si, entender que todas las emociones forman parte de la vida, me ayudó a quitarme un peso de encima.
Todos somos más parecidos de lo que pensamos, compartimos muchos miedos o dudas: a equivocarnos, a no ser suficientes, al qué dirán, al abandono… El libro “Donde tus sueños te lleven”, nos invita a que nos sinceremos en este sentido y por eso nos sentimos tan identificados…
La no acción es mucho peor que la acción.
Hoy en día vivimos en un cambio constante, a veces simplemente provocado por la misma sociedad. El avance de las tecnologías, las redes sociales, la educación o los trabajos que no dejan de evolucionar y a veces nos lleva a trasladarnos a un país extranjero…. No es fácil adaptarse a esos cambios.
Tenemos dudas de si seremos capaces o no, de si es mejor quedarse donde uno está más seguro, ¿te suena “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”? ¿Qué responderías tú a esta pregunta?
Miramos a nuestras experiencias del pasado como referencia y no nos damos cuenta de que el pasado no determina nuestro futuro, son experiencias que nos enseñan pero forman parte del pasado y podemos volver a tener nuevas oportunidades. ¿De qué nos sirve anclarnos al pasado?
El cambio empieza en uno mismo, porque no podemos obligar a los demás a que cambien.
Lo que comenta Javier Iriondo en este libro es que tenemos que divorciarnos del pasado y convertirlo en una experiencia, pero desde ahí aprender para salir con impulso. Por eso para avanzar es importante tomar decisiones, y en estas páginas encontraremos respuestas que nos ayudarán a hacerlo.
Tomar decisiones por lo tanto, es lo que nos hace avanzar, y para eso es importante encontrar una razón o motivo para hacerlo. Tenemos que buscar nuestro PARA QUÉ, nuestra motivación, eso que nos va a mover y sobre todo, algo que sea tan poderoso e importante para nosotros que nos haga seguir adelante en los momentos difíciles que puedan llegar.
Ahora puedes pararte a reflexionar: ¿Cuál es tu mayor fortaleza?
Y cuando la tengas definida, piensa a qué te ayuda. A partir de ahora, tenla presente, agárrate a ella en las circunstancias complicadas o difíciles que vivas.
¿Sabes cómo conquistar tu mente y hacerte su amiga? Haz una buena lista de motivos que te hacen disfrutar, que te acercan a tu proyecto de vida, sueños que quieres alcanzar…
¿Tienes la tuya hecha? Porque esto es flexible… se pueden ir incorporando conforme pasa el tiempo y vamos aprendiendo, vamos entendiendo a nuestra mente, vamos callando un poco a ese pepito grillo que nos paraliza a veces, dejamos a un lado esas cosas que nos paralizan, hacemos actividades que nos hacen sentir bien…
Aparta aquello que te contamina y que te hace daño.
Y hay un truco, un ejercicio que ayuda ante esos momentos de parálisis o dudas: Ponte en la peor situación y dale salida. Si tu mente le da una solución, para todo lo demás se relajará y dejará de estar bloqueada por el miedo.
Por eso es importante tener presente nuestras fortalezas, apoyarnos en ellas. Tener visión de cómo estamos y dónde queremos estar, y a partir de ahí, cómo puedo crear las circunstancias de lo que quiero que llegue a mi vida.
Te invito a que escuches la entrevista con Javier Iriondo y además que te comuniques conmigo si necesitas ese pequeño impulso o te cuesta encontrar en este momento tus fortalezas… porque te aseguro que tienes muchas, solo que a veces están dormidas. ¿Las despertamos?